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Proyectos:

  • Discapacitados en Casa Nazareth . (Franciscanos Cruz Blanca)
  • Madres solteras y niños de la calle. Hijas de la Caridad (Hermanas Teresa Calcuta)

Cuando me enfrentaba a la tarea de recoger, de la mejor manera posible, la experiencia del campo de trabajo, se me ocurrió la idea de leer las valoraciones que cada participante escribió al final del campo de trabajo en Madrid. Deciros que he disfrutado leyendo varias veces cada comunicación, intentando recoger la pluralidad, la sensibilidad, la riqueza y el momento de cada uno. Ha sido una gozada y una tarea que se me antojaba pesada en un principio, se ha tornado en agradable y atrayente a la postre.

Realmente ha sido una gran idea, espero que lo disfrutéis lo mismo que yo he disfrutado leyendo toda esa vida que ahora sintetizo en estas frases

Una experiencia inolvidable, única, una experiencia que remueve.

– Somos unos privilegiados, vivimos en un mundo desigual. Ganas de cambiar este mundo.

– Me he sentido feliz entre los chicos, entre los niños, con la gente del grupo. Descubro que puedo dar más de lo que había pensado.

– Seguridad en mi misma. Ha sacado de mí una fuerza que pensaba que no tenía.

– También me he conocido, quizá por primera vez, muy a gusto y bien, preocupándome por cada uno de vosotros, Cómo estabais, como vivíais. “¿Estás bien?”

– Nos han removido los niños de la calle, ¿Qué hacer? Que impotencia!

– El grupo me ha ayudado a sacar de mí, cosas que no conocía, me ha removido interiormente.

– ¿Y ahora qué…? Esa es mi gran pregunta. Una pregunta que llevo haciéndome varios días y que no sabría qué contestar.

– Me ha cambiado radicalmente, iba con unas pretensiones y me he visto viviendo otra realidad y lo más importante, que hemos compartido esa realidad entre todos juntos.

– Este campo de trabajo ha sacado todos los sentimientos que hay en mí, buenos, malos y doy gracias por ello.

– He percibido mucho dolor, pero también mucha alegría. Algo que me ha conmovido, han sido las ganas, la dedicación, el darse por completo para otros, tanto en los voluntarios como en los trabajadores de la Cruz Blanca y Teresa de Calcuta.

– Sonrisas desinteresadas en un país donde debería costar arrancarlas. Felices sin tener nada… y nosotros tristes en una clase acomodada. Es injusto, ¿Cómo es posible? que la vida sea un regalo para unos pocos y para el resto una constante lucha.

– Respecto a mí, he descubierto una fortaleza de la que no era consciente, aunque creo que gran parte de la misma se la debo a las personas que a pesar de sus dificultades intentan seguir adelante lo mejor que pueden.

– Hablaba desde la comodidad del hombre que desconoce y que no se ve afectado por lo que habla, hablaba de miseria pero jamás había visto a un niño descalzo esnifando pegamento y sin la esperanza de lograr algo más.

– Este campo de trabajo, breve pero intenso, me ha ayudado ente otras cosas a conocerme más a mí misma, proceso en el que me encontraba atascada y me ha dado pautas para seguir creciendo.

– No sé si esta experiencia me cambiará la vida o si lo ha hecho ya, pero si sé, que me ha ayudado en la mayoría de los aspectos de mi vida, me ha devuelto pensamientos y sensaciones que tenía olvidados, me ha hecho más fuerte de lo que era y me ha enseñado a reír más a menudo y llorar cuando sea solo necesario.

Peña Grande, Madrid, 14 de Julio de 2015

Dar las gracias a Tito y José Luis por su gran acogida en Madrid