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Cuando alguien camina por el campo atraviesa diversos parajes, unos son reconocibles y otros novedosos. Hay momentos donde uno se desorienta, otros donde confirma los pasos, otros donde duda y necesita referencias para seguir. 

La andadura se va tejiendo de retrasos, pérdidas y encuentros; de cansancios e impulsos, de fuerza y debilidad… Así es la vida y así es la vida de Adsis.

 

Hemos realizado durante este último año y medio una mirada a nuestro alrededor para situarnos en el camino del Espíritu recibido, que es el Carisma Adsis, y para tomar impulso en el caminar.

En esta Asamblea ha habido tres momentos: los previos, una mirada profunda y la toma de decisiones.

LOS PREVIOS, 

Lo primero ha sido ponernos en sintonía con el Espíritu. Esto de Adsis no se mueve con vida propia, es una vida regalada, recibida. Es la vida del Espíritu que se da y alienta y recorre a cada uno y a cada comunidad. Por eso toda la Asamblea la hemos querido vivir desde la apertura al Espíritu, en cada oración, en cada celebración, en cada momento. O es el Espíritu Santo quien nos guía o estamos perdidos. Esto significa purificación, renuncia a intereses propios, apertura a lo nuevo, capacidad de riesgo, apuesta por los pequeños, volver a las fuentes del carisma.

Pero el Espíritu es Espíritu encarnado, no flota en el aire, respira en las personas, vive en los pobres y los jóvenes, camina en las calles, sufre y goza con los hijos e hijas de Dios. Por eso nos pusimos a escuchar su grito en la historia, la nuestra y la de los jóvenes y pobres. Preguntar, escuchar, hacer silencio, indagar, sacar conclusiones… ¡Aquella vida reflejada en las encuestas del verano del 2012 fue luz!. Empezó el boceto, los rasgos se dibujaron con trazos gruesos… Empezaron a perfilarse nuestras  fortalezas y debilidades, los llamados del Espíritu en los gritos de los pobres, los caminos nuevos entreabiertos en el hoy…

En el camino decidimos incluirnos todos: hermanos, asociados, Adsis Joven, también amigos. “Cuatro ojos ven más que dos”. Y además esto de Adsis no es privado (aunque jurídicamente seamos Asociación privada de fieles). Si es del Espíritu lo es para quien quiera. ¡Ah! y se sumó Rumanía,  ¡Bine ati venit!

Incluir, sumar, aunar…ha sido una de las intenciones de la Asamblea.  Ha sido el “todo Adsis” mirando juntos, caminando juntos.

Instantánea en la charla de Javier Vitoria (izda). A continuación, Pedro Antón y Juan Carlos Igor.

UNA MIRADA PROFUNDA.

Y empezó el zafarrancho. Propuestas, escritos, documentos, votaciones de comunidades, votaciones de hermanos, de asociados, Idearios (en plural, que los Asociados lo estrenan) plazos, prorrogas, comisiones, equipos, primera redacción, segunda redacción, Estatutos, Directorio, Objetivos, sondeos, elecciones…

Menos mal que ha habido poco papel y mucha pantalla de ordenador.  Los árboles nos lo han agradecido.

Pero detrás de todo esto estaba una mirada al hoy y al mañana. Como no podía ser menos cada uno miraba una parte de la realidad y sacaba su “foto”: ha habido fotos del pasado, futuristas, creativas, clásicas, rompedoras…

La exposición de “fotos“ se fue centrando con la ayuda de todos, y no a todos gustaba la selección de miradas que hacía el conjunto: a algunos les parecía anclada en el pasado (parecido lenguaje, demasiado detallado el cómo vivir el carisma hoy…), a otros les parecía  un paso más largo que la pierna eso de que los asociados y asociadas participaran “tanto” en la vida y decisiones de la comunidad, otros creían que se insistía demasiado en la presencia entre los pobres y se descuidaba la presencia entre los jóvenes y la convocatoria, por contra otros hacían hincapié en la necesidad de compartir en cercanía la historia sufriente de los pobres; unos veían la necesidad de continuidad en los que estaban en el gobierno del Movimiento y otros la renovación… Algunos vivieron momentos de susto y cierto desconcierto, otros de ilusión. Esto escuchaba yo entre pasillos y se dejaba entrever en lo que contestábamos en los escritos.

La Asamblea no trató de ser ecléctica, sino de ejercer su discernimiento en el Espíritu. Los documentos se fueron cerrando, perfilando.  Las votaciones de documentos previos y los sondeos de servicios de gobierno se fueron realizando. ¡Qué susto se llevaron algunos y algunas cuando salieron propuestos! Y después, tiempo para rezar, para poner la vida a la luz del Espíritu y decidir sobre la disponibilidad. ¡Qué bonito fue recibir todas las respuestas de los hermanos y hermanas, más largas o más cortas, pero todas con el corazón en la mano y la vida en Dios!

TOMANDO DECISIONES

Llegó julio del 2013. Preparativos, comisiones, acelerones,… ¡Falta esto! ¡Daros prisa en presentar la redacción…! ¿Va a caber todo en la “furgo”? …

Cinco, cuatro, tres, dos, uno… Hacer la maleta, tomar los pasajes y ¡ya!  Madrid, saludos, encuentro, sorpresas, novedad, nostalgia, besos…los sentimientos se ponen a flor de piel.

Cada uno de los que comenzamos este camino de la Asamblea fuimos convergiendo en la recta final. Ya no eran papeles, sino rostros, no eran palabras escritas, sino voz, no éramos Asamblea dispersa sino un cuerpo reconocible en los presentes. ¡Eh! que hubo videoconferencia e información puntual para los que no estaban presencialmente.

Oración, oración, Eucaristía: puestos en manos del Espíritu y pidiendo la ayuda de María comenzamos la parte de las decisiones.

Algunos de los amigos que nos conocen nos aportaron su palabra crítica y alentadora para poder elegir el camino. Gracias por vuestras palabras.

Los documentos de los Estatutos, los Idearios y el Directorio ya casi estaban votados, quedó refrendarlos mayoritariamente. Los Objetivos Generales, como siempre, nos costaron. Menos mal que hermanos voluntarios en una noche dieron un impulso determinante.

Las comunidades de Latinoamérica nos metieron en su realidad, su esperanza, la de los pobres… Los videos de las comunidades, la vida que transparentaban, nos acercaron su realidad. Y entre todo esto se van sucediendo las elecciones en un auténtico clima de oración, discernimiento y acogida. Los sustos previos se consolidan para algunos y algunas y todos tenemos el sentir de haber elegido según el Espíritu. Dimos nuestro agradecimiento de corazón a los que nos han servido hasta ahora y ya no continúan; y se consolida una renovación importante del gobierno del Movimiento.

Y todo esto se fue entreverando de las celebraciones de la vida y la fe dando gracias a Jesús, pidiendo su Espíritu, reconociendo su obra entre nosotros. La Eucaristía nos sostuvo y nos unió, nos pacificó y nos empujó.  El Resucitado nos llamó desde los jóvenes y los pobres a ser comunidad presente, solidaria y convocante, más allá de las formas y los estilos, reconociendo el carisma como patrimonio de todos.

Todo un reto.  Pedro Antón