Jóvenes dedican parte de sus vacaciones a acondicionar dependencias de acogida y residencia a personas con recursos limitados y enfermos de Sida .
Unas Navidades ni pintadas o como acertaron a observar los promotores del campo de trabajo de ‘Eutsi’, en el corazón de Donostia, ‘En estas Navidades..., tú k pintas?’. Los lemas resumen las experiencias de solidaridad, auspiciadas por Adsis y llevadas a cabo por dos grupos de jóvenes en otros tantos centros de acogida y residencia de personas con recursos económicos limitados y enfermos de Sida de la capital guipuzcoana.
Labores de acondicionamiento y pintura concentraron sus esfuerzos en sendos campos de trabajo, complementados con dinámicas de reflexión y, sobre todo, testimonios de personas que experimentan a diario la alegría profunda de dar lo mejor de sí por colorear la vida de toda persona con derecho a ser digno.
Como si del programa de televisión ‘Reforma sorpresa’, nueve jóvenes, con edades comprendidas entre los 14 y 16 años, pusieron manos a la obra el pasado día 26 de diciembre en los locales de ‘Eutsi’, pertenecientes al ‘Programa para personas sin hogar Aterpe’, de Cáritas Gipuzkoa. Con día y medio por delante para afrontar su tarea, consistente en la limpieza, pintura y acondicionamiento del espacio, se afanaron con primor, buen hacer y mejor humor en la encomienda. De esa manera, dieron confortabilidad a la estancia de ‘Eusti’, donde los participantes del programa hallan un espacio seguro y acogedor en el que resguardarse de la calle.
Por aquello de dejar impresa su firma, los jóvenes estamparon la silueta de su mano coloreada en las paredes recién pintadas. Cubierto el trabajo, tuvieron por delante un período de escucha y reflexión sobre las personas en situación ‘sin hogar’. Una visita a Aterpe –el centro para personas sin hogar de Cáritas de Gipuzkoa-, abrió la mirada del grupo a un mundo real.
Mira y escucha
Al igual que en ‘Eutsi’, otros 13 jóvenes de los colegios La Anunciata, de Pasai Antxo; Larramendi, de Donostia; e ikastola Begoñazpi, de Bilbao; expresaron su generosidad con la dedicación de tres días de sus vacaciones navideñas a hacer más confortable la vida de enfermos de Sida del centro ‘Villa Betania’, de Cáritas Gipuzkoa, atendido por Hijas de la Caridad.
En este caso, la labor consistió en pintar las habitaciones de los residentes del color adecuado a sus preferencias. La labor manual halló un complemento sólido en un programa de sesiones, unido por el denominador común de los sentidos, para acercarse y descubrir el rostro de la solidaridad y de la vida dura de quienes reclaman comprensión, ternura y cercanía.
Fue así cómo una Hija de la Caridad compartió su experiencia de cercanía y apoyo a personas enfermas y cómo una residente de ‘Villa Betania’ rememoró su pasado de altibajos para encontrar en el presente un soplo de esperanza tan verde como una de las habitaciones coloreadas que alberga hoy día el propio centro.
Así, tras ver y escuchar, Nekane Alba Polanco y Ane Laida Pérez de Carvalho se pudieron acercar “al mundo de las personas con Sida” y descubrir una realidad “a veces un poco oculta”, que removió sus entrañas para valorar “las cosas que hay alrededor” y “mejorar como personas”.
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