Jóvenes de Lasarte-Oria, convocados por la asociación Ostarte, abrieron una puerta a la esperanza con su implicación en la organización y desarrollo de una fiesta solidaria en la localidad, que buscaba recaudar fondos para un proyecto de apoyo y promoción de mujeres y su entorno familiar en Esmeraldas (Ecuador). El lema que define el programa ‘Abriendo puertas’ adquirió pleno sentido con la iniciativa solidaria impulsada por jóvenes que aúna Ostarte procedentes en algunos casos de las sesiones de sensibilización al voluntario promovidas por el Equipo para la Convivencia Intercultural (ECI) en centros educativos.
El tiempo benévolo fue un aliado frente a las premoniciones que auguraban una jornada pasada por agua. La fiesta arrancó por la mañana con talleres de chapas, pulseras y pintado de caras, ampliados con sendos puntos de venta de artículos e segunda mano y productos de Equimercado. Además, un mostrador con bebida, pinchos y bizcochos contribuyó a alimentar los buenos propósitos de cuantas personas quisieron depositar sus donativos y participar en la causa solidaria de los jóvenes.
Hasta personas mayores de la residencia de Atzobakar se acercaron en sillas de ruedas, acompañados de voluntarios, para respaldar y testimoniar el gesto de generosidad de los jóvenes. Una rifa amplió la oferta diversa de recaudación por el bien perseguido.
La tarde prosiguió con un concierto de grupos locales, extendido a formaciones de las proximidades. Sobre el escenario, rap y rock convivieron para solaz de una nutrida concurrencia, que vio desfilar a conjuntos de la talla de KST, A pie de calle, Ahuman Desastre, Tamerlayn o 7th. String. Cuatro horas ininterrumpidas de música hecha por y para jóvenes amenizaron la sesión vespertina-nocturna, que no hizo sino dar razón y estirar un motivo de solidaridad con rostros desconocidos pero aliados en abrir puertas a la esperanza.
