“Jesús, “joven entre los jóvenes”, quiere encontrarlos caminando con ellos y desea también hoy ofrecerse para que cada uno tenga vida en abundancia (IL 75).
Los jóvenes llaman a la Iglesia a que redescubra un renovado dinamismo juvenil: “Buscamos una Iglesia que nos ayude a encontrar nuestra vocación en todos sus sentidos, de una manera sencilla y clara”(IL 85).
Los jóvenes nos vuelven a recordar que nuestra propia renovación está unida al dinamismo por hacer significativa la presencia de Jesús en su vida. En ese tiempo de construir la propia identidad, donde la complejidad, la fragmentación y la incertidumbre del futuro configuran sus experiencias vitales, Jesús desea ofrecerse como camino y proyecto de vida, que llena de alegría y plenitud.
¿Seremos capaces de acercar al joven concreto de este siglo XXI al encuentro con Jesús? (IL 82)
¿Seremos capaces de ayudarles a que puedan experimentar que son amados y como consecuencia llamados a amar en las circunstancias concretas en que vive cada uno en la familia, trabajo, compromiso social y civil…? (IL90)
¿Seremos capaces de mostrarles que Jesús nos lleva a ir más allá de nosotros mismos, a navegar mar adentro y a abrirnos a horizontes que con las propias fuerzas ni siquiera podríamos imaginar? (IL 91)
¿Seremos capaces de testimoniar con nuestra propia vida la fascinación de la radicalidad evangélica vivida en comunidad plural, donde la profesión, el estado de vida, los bienes, la construcción de un mundo más justo se integran de manera sencilla y cotidiana? (IL 103)
¿Seremos capaces de acompañarles ante el desafío de discernir su propia vocación durante el viaje de la vida? (IL 107)
¿Seremos capaces de vivir abiertos al Espíritu construyendo con los jóvenes una Iglesia profética, comunitaria y comprometida, dejándoles espacio y protagonismo, confiando en su respuesta a la llamada que Dios les sigue haciendo? (IdH 4.2)
Adsis es una vocación a descubrir… (IdH 2.1.)
