Hay un bosque…
Hay un bosque de hayas que me recuerda quién soy…
…que me confirma que soy.
Y vuelvo a él cada tiempo.
Caminar descalza,
escuchar el viento,
tocar el tronco del árbol grande, que sigue ahí,
sentir su sombra,
su frescura,
la VIDA que regala,
el verde oscuro del musgo,
el claro de los líquenes…
Escuchar las hojas crujir al caminar…
a veces, probar otro sendero, confiada.
Pasar desapercibida entre las hayas, como si fuera una más,