Nos hacemos eco de estas indicaciones propuestas por la Comisión -Diocesana de Ecología Integral:
Se consciente de lo que celebras y procura vivirlo con alegría y Fe. Ayuda a los demás a entender el sentido de la Navidad y a vivir estas fechas con esperanza y amor. Apoya las celebraciones litúrgicas cercanas.
Decora tu hogar de forma sostenible, reutilizando materiales reciclados y procurando que tengan certificado de sostenibilidad y si lo riegas y cuidas con cariño, para que mantenga la humedad, podrás donarlo posteriormente a los viveros municipales o trasplantado en un entorno natural adecuado. Recuerda que el acebo y el musgo son especies protegidas y su uso está prohibido, no cortes ramas o plantas.
Cuida el alumbrado navideño. Usa luís de bajo consumo (led, microbombillas) y enciéndelas solo mientras haya gente presente. Aydurarás a reducir el consumo eléctrico y la contaminación lumínica.
Cuida mucho el ruido que generas. tus silencios son tan importantes como tus palabras. Procura que el sonido que produces sea armonioso, elige bien las palabras, que transmitan paz y alegría. Acuérdate de experimentar el silencio. Dios se hace presente cuando le buscamos.
Consume responsablemente, compra y/o regala solo lo necesario y procura que sean productos sostenibles, de temporada, de producción local o de comercio justo. No te olvides regalar tu tiempo y tu cariño.
Comparte con los que menos tienen en tu barrio. Dona objetos que no uses o comida, siempre que estén en buen estado. Dios se hace presente en medio de los más necesitados y la dignidad de los demás es tan importante como la tuya.
Recicla adecuadamente todos los residuos que generes, siempre que no puedas darle otro uso. Sobre todo no tires comida si esta es todavía consumible. Reutiliza las sobres con recetas creativas o dónala.
Reduce tus desplazamientos en coche y usa el transporte público o medios ecológicos. Procura organizar tus encuentros en zonas de fácil acceso a este tipo de transportes.
Pedro Jiménez
Biólogo y cura Adsis