Hace unos días, ante la pregunta sobre si la Iglesia dispone del poder para bendecir uniones de personas del mismo sexo, la Congregación para la Doctrina de la Fe intervino respondiendo negativamente. En la nota explicativa dice que “la bendición de las uniones homosexuales no puede ser considerada lícita”.
Esta respuesta provoca entre nosotros dolor y tristeza, en un momento como el que vivimos donde la Iglesia quiere ser una fraternidad acogedora e inclusiva, un signo de la fraternidad universal que Dios quiere. Nos duele porque compartimos el caminar de personas homosexuales comprometidas en la construcción del Reino, algunas de ellas pertenecientes a nuestras comunidades. Igualmente nos aflige que en la Iglesia no se reconozca la presencia amorosa de Dios en la unión de personas homosexuales, que viven una relación estable.
Las comunidades Adsis compartimos la búsqueda sincera de jóvenes con diversa orientación sexual y parejas homosexuales, que desde su pertenencia y amor a la Iglesia quieren encontrar su lugar y ser fermento de esperanza para otras personas. Queremos caminar junto a ellos y ellas, en continua apertura a la voluntad de Dios, descubriendo la riqueza de su amor y sirviendo al deseo de Jesús de que se llene la mesa del banquete del Reino.
Consejo General Adsis