“Mi esperanza lleva su nombre” es la octava publicación literaria de Julio Parrilla. Durante su estadía en Loja, el libro fue presentado la noche del 26 de febrero, en el Aula Magna de la Universidad Técnica Particular de Loja. Este trabajo no solo se presenta como una obra espiritual, sino también como un reclamo a la esperanza que cada cristiano debe sostener a lo largo de las diversas etapas de la vida, especialmente en “la fase penúltima”.
Libro
En diálogo con Diario Crónica, el autor explica que el libro hace referencia a Jesús como fuente de esperanza. Destaca que los seres humanos a menudo depositan su esperanza en cosas temporales como situaciones, trabajos, personas o riquezas, las cuales nunca logran satisfacer completamente el corazón; sin embargo, con el tiempo, afortunadamente, muchos llegan a comprender que solo la experiencia y el encuentro con Jesús pueden colmar ese vacío interior.
De este modo, el libro se presenta como una obra de espiritualidad dirigida a todos aquellos que buscan una esperanza verdadera y el significado más profundo de la existencia; aunque, subraya, está especialmente dedicada a las personas mayores y, en particular, a los sacerdotes de edad avanzada que continúan siendo un faro de esperanza para aquellos que enfrentan la soledad y las dificultades de la vida.
De manera oficial, el libro fue lanzado el 25 de mayo de 2023 en Salamanca, España; y, debido a la excelente recepción, también ha realizado presentaciones adicionales en países como Colombia y Ecuador. Así mismo, el autor expresa su gran alegría al presentar el libro en Loja, ya que durante varios años fue obispo en esta ciudad. Este hecho no solo le llena de satisfacción personal, sino que también simboliza la madurez que representa esta obra en su trayectoria.
El libro consta de 320 páginas, aunque para Julio, más que la extensión física, lo fundamental radica en el contenido y la experiencia que busca transmitir en cada una de sus escritos. En su interior, aborda siete temáticas principales, que incluyen: una reflexión sobre la comunicación de la vida y la experiencia de fe en Jesús, comentarios sobre diversos textos de la palabra de Jesús, la expresión de una valiosa certeza que ha acompañado al autor a lo largo de toda su vida, una profunda comunicación de los aprendizajes que han dejado huella en su existencia, el ejercicio de su ministerio episcopal en Loja y Riobamba, referencias a su vocación Adsis, y vivencias significativas que han marcado su vida desde temprana edad.
A través de estas temáticas, el autor ofrece al lector una experiencia enriquecedora y reflexiva que trascienda más allá de la cantidad de hojas.
Julio concluye manifestando que sus expectativas en esta etapa de jubilación se asemejan a las de alguien que busca vivir en serenidad y paz, aspirando a sembrar ese mismo sosiego en los corazones de las personas que, al igual que él, están afrontando “la penúltima vuelta” de la vida. (I)
Dato
Julio explica que la portada del libro presenta las luces de una autopista, con la intención de transmitir la idea de que, a lo largo de las distintas etapas de la vida, nunca estamos solos en el camino ya que siempre hay luces que nos guían; mientras que la imagen de la puesta de sol simboliza como al final del día, caminamos iluminados tanto por la presencia divina como por el apoyo de las personas que nos acompañan en nuestro viaje personal.
Fuente: Crónica. Las noticias al día