Adsis Feminista surgió, a la luz de las estrellas de la X Asamblea General, como espacio para compartir inquietudes, reflexionar y profundizar en la experiencia de ser mujer en el mundo, en la Iglesia y en el movimiento Adsis. La búsqueda y el avance de la igualdad entre mujeres y hombres, es uno de los motores de transformación de nuestra sociedad hacia un mundo más humano, más sororo-fraterno y uno de los signos de los tiempos de los que habló el Concilio Vaticano II.
La inquietud por visibilizar, sensibilizar y denunciar la desigualdad en la sociedad, en la Iglesia y en el movimiento nos ha animado a formarnos desde la perspectiva del feminismo y de la teología feminista. Tenemos conciencia de que estamos recorriendo un camino desde la necesidad de transformación y de cambio en las comunidades hacia una mirada desde la sororidad, desde diferentes sensibilidades y desde un posicionamiento activo en la denuncia.
En estos años de recorrido, este grupo intercomunitario está siendo vivido como un regalo, un espacio agradecido, profundo, donde es posible compartir con otras hermanas, con otras miradas y perspectivas. Así, escuchar los testimonios de vida y experiencias amplían nuestros horizontes. También es un encuentro formativo en un sentido amplio, que nos ayuda a cuestionarnos nuestro ser mujer creyente en esta iglesia y en este movimiento. Preguntas que impulsan el cambio personal, comunitario, y social. Es un tiempo de encuentro sororal que nos ayuda a crecer, a aprender, y a reeducar nuestras miradas.
La diversidad está siendo una gran riqueza, ya que no todas tenemos los mismos criterios, experiencias, contextos sociales y comunitarios, pero por eso mismo las diferencias se transforman en posibilidad de diálogo. Las discrepancias también nos invitan a vivir con más tolerancia.
Este grupo no es ajeno a la vida cotidiana, forma parte de la misma realidad y cada una aporta esa mirada feminista ahí donde vive, para construir, transformar el entorno. Es un clamor que está en la calle y grita con fuerza hoy.
Desde el principio de nuestra andadura hemos querido dar relevancia y compartir con las comunidades las dos fechas señaladas e importantes para nosotras, el 25N y el 8M. Es una forma de unirnos a la lucha social de otras y otros muchos, en contra de la violencia de género y la desigualdad por el hecho de ser mujer.
Algunas tenemos relación con otros grupos feministas en el campo social, y otras participamos activamente en “La revuelta de mujeres en la Iglesia / Alcem la veu” donde nos encontramos con otras mujeres creyentes indignadas por la estructura actual de la Iglesia católica. De la mano de la Revuelta hemos participado también en el “sínodo de mujeres” que explicamos más adelante. Este movimiento es inspirador para todas nosotras y os compartimos algunas de las reivindicaciones que hacemos.
Venimos de lejos. Venimos de una larga tradición feminista que ha luchado por la dignidad de las mujeres, que ha exigido la igualdad de derechos, poder votar, libertad sexual y reproductiva, y en el siglo XXI se reconoce diversa, se muestra con una fuerza joven y renovada y hoy domingo 6 de marzo volvemos a salir a la calle para alzar la voz y decir basta.
Venimos de las mujeres valientes y libres de las primeras comunidades cristianas, y de todas las que a lo largo de la historia se han negado a quedar recluidas en los roles secundarios e invisibilizados a los que la tradición eclesial y teológica las quería someter.
Venimos de la buena noticia de un Jesús que transgrede las normas de una sociedad profundamente patriarcal. Venimos de una Iglesia que en sus inicios hizo de la igualdad entre hombres y mujeres una de las aportaciones más radicales del cristianismo a la historia de la humanidad. ¡Recuperémosla! (Revuelta de mujeres en la Iglesia, marzo 2023)
Por ello, queremos:
- Una Iglesia sinodal que reconozca la plena ministerialidad de las mujeres.
- Tener voz y voto; decidir, celebrar y predicar en una Iglesia igualitaria.
- Repensar la moral sexual desde la Misericordia y la Ternura.
- Poner fin a la explotación y la violencia hacia las mujeres fuera y dentro de la Iglesia
- Que se reconozca y valore la teología feminista como motor de cambio
- Una Iglesia que lea la Biblia, la tradición y la actualidad con ojos de mujer y elimine el lenguaje patriarcal y sexista en homilías, textos litúrgicos y documentos
- Una Iglesia que reconozca e incluya a las mujeres lesbianas, trans y bisexuales dentro de la Iglesia y reconozca la diversidad de familias
(Revuelta de mujeres en la Iglesia 2021)
ENCUENTRO DE LAS PARTICIPANTES
Nos solemos juntar online, pero este curso hemos conseguido, además, iniciarlo con un encuentro presencial en Zaragoza. Allí nos juntamos la mayoría de nosotras y fue una inmensa alegría poder vernos, abrazarnos, acogernos y escucharnos con calma, compartir sentimientos y reflexiones, rezar y celebrar…
Disfrutamos acogiendo qué nos aporta a cada una formar parte de este “espacio de relación”. Lo vivimos como un regalo y reconocemos un camino de crecimiento y aprendizaje con las inquietudes que vamos compartiendo entre todas. Uno de los temas sobre el que también hemos reflexionado, es sobre la importancia de que los órganos de responsabilidad y gobierno Adsis sigan manteniendo y avanzando en su dimensión de igualdad. Ha sido un encuentro entrañable que repetiremos el próximo septiembre.
ALGUNAS LÍNEAS DE REFLEXIÓN QUE HEMOS DESARROLLADO
En nuestros encuentros formativos hemos descubierto contenido de nuestro lenguaje que debe ser cuestionado.
Con mucha frecuencia escuchamos la expresión “el papel de la mujer en la Iglesia” que nos resulta inadecuada puesto que contribuye a la invisibilidad de gran número de nosotras. No podemos ignorar que existen muchos modos de ser mujer. Las mujeres tenemos distintas vivencias, procedencias, posiciones sociales, personalidades, inteligencias, intereses, sexualidades, prácticas éticas… Como no hay un solo modelo de ser mujer, hay que rescatar el plural: “mujeres”
PENSAR Y ACTUAR CON PERSPECTIVA DE GÉNERO
Otro descubrimiento ha sido especificar la diferencia entre sexo y género: El sexo es un factor biológico determinante en la construcción personal y social. Hace referencia a condiciones fisiológicas, genéticas y biológicas de cada persona. Género es un término usado a partir de la década de los 70 del siglo XX para identificar una construcción social (categoría de análisis sociológico). Hace referencia a como se entiende en cada cultura el ser hombre o ser mujer. No depende de factores biológicos. Se trata de sentimientos, roles, posiciones, pensamientos, actitudes, tendencias, creencias que dependen de condicionamientos socioculturales y que se imponen en la educación de las personas sin que nos demos cuenta. El feminismo cuestiona esta construcción social que perjudica las relaciones armónicas y libres entre varones y mujeres
Socialmente se consideran cualidades masculinas, ser activos, racionales, preocupados por lo interior, equilibrados, autónomos, reservados, valientes, fuertes, dominadores, defensores del honor. Por el contrario, se nos atribuye a las mujeres ser pasivas, emotivas y por tanto irracionales, preocupadas por lo externo y vanal, desequilibradas, dependientes, extrovertidas, temerosas, débiles, sumisas, dedicadas a los cuidados…
Pensar y actuar con perspectiva de género es detectar las consecuencias que se derivan de estas falsedades, denunciar la opresión que supone para las mujeres y replantear estructuras y creencias que faciliten cambios sociales y culturales.
SÍNODO DE LAS MUJERES (CWC)
Tiene sus antecedentes en los Sínodos de mujeres celebrados en Austria, año 1996 y Barcelona 2003. Desde 1980 bastantes mujeres de distintas confesiones y tradiciones espirituales han compartido la inquietud de reunirse para dialogar sobre política, economía, identidad y espiritualidad
En noviembre de 2019 tiene lugar un Encuentro de mujeres en Stuttgart para lanzar un trabajo en red que ayude a buscar una postura unida de mujeres en la Iglesia. Dos meses más tarde se consolida el CWC (Catholic Women Council) con la propuesta de organizar un Sínodo de Mujeres, un espacio de diálogo abierto donde se compartan experiencias, reflexiones y reivindicaciones. Mujeres de todos los continentes convocadas por la Ruah caminando en una Iglesia que quiere hacer realidad el Reino de Dios predicado por Jesús.
La experiencia compartida de las mujeres en la Iglesia se caracteriza por la invisibilidad y la ausencia en los órganos de decisión. Una experiencia de exclusión debida a estructuras machistas, clericales y patriarcales que se traducen hacia ellas en trato peyorativo y paternalista; situaciones que van generando un malestar creciente.
Durante año y medio se ha trabajado en base a los siguientes ejes:
- Situación de las mujeres en la Iglesia: Falta de equidad justificada por concepciones antropológicas alejadas del Evangelio y unas imágenes masculinizadas de Dios.
- Poder, participación y representación: El origen de la discriminación está en el clericalismo. Se reclama que se organice un reparto equitativo del poder en base no al sexo sino a la vocación y capacidad de cada quien.
- Estructura y transparencia: Se reflexiona como se construyó la estructura jerárquica y clerical que no existía en los comienzos de la Iglesia y se proponen modelos circulares y transparentes en donde el centro sea la solidaridad con las personas empobrecidas
- Vida sacramental: Se cuestionan las representaciones humanas de lo divino y su misterio. Se reconocen los sacramentos como servicio a la comunidad.
- Resistencia y Esperanza: Somos herederas de muchas mujeres que resistieron en la lucha por relaciones horizontales y circulares. Muchas veces cobraron silenciamiento, ninguneo. Ellas nos animan a crear redes de sororidad, celebrando la vida y la amistad en la apertura a la Santa Ruah que alienta nuestra fe y acrecienta nuestro anhelo del Reino.
Las conclusiones se presentaron en la Oficina del Sínodo en Octubre de 2022 y también en distintas oficinas de los obispados. El documento que resume todo este trabajo lo enlazamos aquí.
Documento de las conclusiones del sínodo en 2022
Cada vez más voces de mujeres expresan su malestar respecto al papel de las mujeres en la Iglesia. Compartimos este valioso vídeo de Mariola López Villanueva.
La Mujer en la Iglesia. Mariola López Villanueva
También ha sido importante el avance que se ha dado en el último Sínodo respecto a la participación de las mujeres no solo en voz, sino también en voto.
Convocado por el Papa Francisco, en Octubre de 2021. Se quiso que todo el Pueblo de Dios hablara. Es un sínodo de obispos al que se fueron incorporando religiosas y laicas con voz con voto. Han llamado la atención las imágenes de mesas circulares donde se favorece la escucha horizontal de quienes han participado en la fase universal celebrada en el Vaticano del 4 al 29 de octubre de 2023. Aunque en octubre de 2024 se concluirá el Sínodo, se ha publicado el documento final que recoge un punto sobre las mujeres en la vida y misión de la Iglesia. Invitamos a ver el video de Liliana Franco, una muestra de lo que han expresado mujeres concretas respecto a las situaciones que son vividas por otras.
Intervención en el Sínodo de Hna. Liliana Franco
SEGUIMOS CAMINANDO
En definitiva, Adsis Feminista nos ayuda a vivir en lo cotidiano, como una herramienta más, nuestro ser feminista y que la perspectiva de género nos siga interpelando en todo lo que tiene que ver con el mundo, la Iglesia, Adsis y nuestras relaciones cotidianas. Todas nosotras estamos insertas en las comunidades, que ofrecen espacios de reflexión compartida donde nos encontramos en la búsqueda común de una sociedad más justa que rompa con la cultura de la desigualdad.
La perspectiva feminista es para la transformación social y eclesial y de todos los espacios, en favor de la igualdad, de la justicia social, del bien común y de la libertad para todas, todos y todes. En definitiva, para una vida mejor.