Queridos Hermanos ADSIS, nos es grato participarles mediante esta carta nuestra experiencia en Misiones durante la Semana Santa 2017 en México, que se llevó a cabo en dos comunidades indígenas pertenecientes a nuestra Diócesis: San Francisco y San Juan. Iniciando esta misión con la misa de envío que ofició el Padre Luis Ángel, que se ofreció por el eterno descanso de nuestro querido hermano José Luis y sintiéndose su presencia en nuestros corazones y sabiendo de antemano que él nos acompañó desde donde está en todo momento.
El equipo de misioneros ADSIS fue una combinación de juventud y experiencia que sin duda fue inspirado por el Espíritu y por las personas de esas comunidades, haciendo que cada uno de nosotros diera lo mejor de sí mismo en cuanto a participación, ayuda y dones.
Sin duda el participar en esta misión dentro de dos comunidades indígenas era una novedad para todos, pues no sabíamos qué es lo que íbamos a vivir, ya estando allá, ni como seríamos recibidos; sin embargo, fue una grata sorpresa la manera como fuimos acogidos en ambas comunidades y fue una muy grande emoción ver la gran respuesta de sus habitantes a nuestra llegada (principalmente en la comunidad de San Juan, en la que no sabían que estaríamos haciendo presencia con ellos).
Fue una grata sorpresa la manera como fuimos acogidos por ambas comunidades y fue una muy grande emoción ver la respuesta de sus habitantes a nuestra llegada.
Una vez instalados y presentados con los correspondientes responsables de las capillas de esas comunidades, nos dividimos en dos equipos: El Equipo de San Francisco (Javier el ministro, Mariángel, Javier hijo, Brenda, Karen, Perla, Carlos y Sergio) y el Equipo de San Juan (Rosario, Reyna, Olivia, Luz Elena, Ricardo, Luis Ángel, Valerio, María de Jesús y Alejandro - Más adelante nos acompañaría Lucy y Damián, el misionero más pequeño de ADSIS -) y ahí comenzó la experiencia ADSIS.