Son mayoría los hombres que decimos estar a favor de la igualdad, pero la verdad es que ponemos en ello muy poco empeño.
Necesitamos un cambio personal y colectivo mucho más profundo, que modifique la manera de pensar y de abordar las relaciones que mantenemos con ellas.
No se trata de grandes gestos. Se sabe que la falta de implicación de los hombres en casa, y con los hijos e hijas, es el mayor obstáculo que queda para avanzar en el logro de unas relaciones igualitarias. Porque sólo una implicación en igualdad de condiciones, permitirá a las mujeres compartir también, de forma igualitaria, el tiempo libre, la incorporación sin trabas al mercado de trabajo, la promoción profesional o el desarrollo de sus aficiones.
Seamos autocríticos. Porque en casa no basta con "ayudar"; con fregar los platos o bajar la basura. La casa es una intendencia larga y minuciosa. Requiere atender a cientos de detalles, desde preocuparse de descongelar la comida hasta de que no falte cualquier cosa necesaria para cualquiera de las personas que conviven en el hogar, dedicar tiempo a los niños, cuidar a los mayores...
Campaña 25 N. Día internacional contra la violencia hacia las Mujeres.
