En una metáfora de “un presente del otro lado del océano”, El Alto boliviano recibió un regalo del cielo. Jóvenes de Lasarte-Oria (Gipuzkoa) enviaron en fechas recientes al centro social Utasa-Adsis un mensaje de cercanía y amistad envuelto en un paracaídas de juego, con la esperanza de agradar con su gesto solidario jornadas de ocio y disfrute a personas de su edad, separadas por un océano pero unidas por un mar de sueños.
El paracaídas de juego, un recurso lúdico que ofrece amplias posibilidades de entretenimiento, es sólo un medio material que ejemplariza una iniciativa de solidaridad, propuesta y llevada a cabo por los propios jóvenes de la asociación Ostarte, de Lasarte-Oria. Con la idea de sensibilizar a la población sobre las limitaciones económicas que acucian a unos países a través de la celebración de juegos de similar formato que ocupan su tiempo libre –juego de chapas, tirachinas, etc-, impulsaron una actividad recaudatoria de dinero, con el que adquirir el paracaídas y costear el envío por vía aérea (no podía ser de otra manera tratándose de un paracaídas). Sus esfuerzos se vieron compensados con la obtención de 160 euros, suficientes para cumplir el objetivo y, al mismo tiempo, constatar la generosidad de Lasarte-Oria.
La propuesta solidaria con Utasa anticipó en fechas la celebración de una noche de juegos con jóvenes en los bajos de la parroquia de Nuestra Señora de Arantzazu. En esta ocasión, la sesión tenía por objeto el disfrute en un contexto saludable, a partir de la constatación de que las alternativas de ocio para jóvenes brillan por su ausencia en la localidad. Consolas, ping pong y futbolín compusieron la oferta en una primera experiencia que sucede en el tiempo al programa de iniciativas nocturnas con jóvenes del curso pasado. Tendrá su continuidad con nuevas sesiones, en la confianza de anudar relaciones con jóvenes y la certeza de que los vínculos auténticos de amistad comienzan a entretejerse cuando se tiene la experiencia de haberlo pasado bien.