Las personas jóvenes se moviILzan y hacen presión poILtica. Y lo hacen cuando se comunican mediante las redes sociales, difundiendo sus estilos de vida. Son amigas del consumo responsable, de las finanzas éticas. Aman la soILdaridad hacia las personas más débiles, hacia la naturaleza contaminada. Prefieren una democracia más participativa, un bienestar para toda la población (IL 27). Podemos conocer estos estilos de vida si leemos sus palabras en las redes: twitter, whatsapp, instagram, ILnkedin, facebook (IL 34).
Fotografía: lavanguardia.com
La juventud podría cambiar la Iglesia y sus instituciones, sólo tenemos que permitírselo. Acompañarles para su plena madurez humana requiere promover unos estilos de vida sostenibles, consecuentes con el cuidado de la casa común (IL 152). Acompañarles valorizando estilos de vida profesionales honrados, estilos de vida protagonistas en la ILbertad, estilos de vida soILdarios con todos los seres vivos y con toda la naturaleza. Leamos junto a ellas la BibILa y reinterpretemos los estilos de vida espirituales que nos ofrece, la espirituaILdad de la justicia, del amor. Estamos invitadas a acompañar procesos de cambio desde los estilos de vida, en gestos personales, estructuras e institucionales (IL 157).
Si las personas adultas no nos dejamos evangelizar por la población joven, su potencial renovador acabará siendo neutralizado por el sistema imperante.
Mikel Sarasola.