Tarde y noche de música y color. Sprays y rap, una mezcla cautivadora para todo joven que guste de expresar sentimientos e ideas sobre murales de cartón y piedra o con un micrófono en sus manos. Ambas posibilidades conformaron la última propuesta organizada por la asociación juvenil Ostarte de Lasarte-Oria el pasado día 23, dentro de las iniciativas dirigidas a jóvenes que coincidan con sus gustos y satisfagan al mismo tiempo un deseo inmenso de diversión en un lugar donde la oferta juvenil nocturna es mínima.
Con ese trasfondo, la jornada arrancó con el tono vivo aportado por los siete jóvenes participantes en el concurso de graffitis. Dispuestos a dar rienda suelta a su imaginación, coincidieron en los bajos de la parroquia de Nuestra Señora de Aranzazu, también identificada como la iglesia de Zumaburu, convertidos para la ocasión en un amplio mural de expresión juvenil. Una primera eliminatoria, basada en la ilustración de bocetos sobre cartón, redujo a cuatro el grupo de inscritos –Sergio (Petua), Xabi (Nite), Axel (Nigga) y Diego- con opción de plasmar sobre pared su idea previamente coloreada a menor escala. Con arte y habilidad con el spray, las imágenes de cartón acabaron proyectadas sobre los muros blanqueados en la víspera por los propios jóvenes.
Tras el paréntesis oportuno en el que reponer fuerzas y seguir con la tarde-noche de cultura joven, la segunda parte fue de los ‘gallos’ del rap en un desafío sobre el escenario. ‘Zace’, ‘Sua’, ‘Rangel’, ‘Petua’, ‘Mauricio’ y ‘Axel’ intercambiaron ocurrencias, algunas de ellas subidas de tono, aunque siempre bien intencionadas, en una sucesión de desafíos por parejas. Fue la ‘Batalla de los gallos’, organizada por los propios jóvenes y decidida según la valoración de un jurado también juvenil. El público aportó su opinión en una deliberación abierta, que vino a demostrar que lo importante era pasarlo lo mejor posible. Y si bien no hubo ni vencedores ni vencidos, todos –concursantes y público- ganaron en la ‘Batalla de los gallos’.
