El día a día de la Segunda Conferencia Latinoamericana
Lunes 30 de abril de 2018.
El día comienza con una oración de acción de gracias por la vida y el testimonio de José Luis. Como sus hermanos y hermanas bendecimos a Dios por su sí generoso, por su abrirse al Espíritu y dejarse conducir, por iniciar Adsis, don de Dios para la Iglesia y nuestra forma concreta de seguir a Jesús. Con él, hacemos memoria agradecida de los hermanos/as de la primera hora latinoamericana, los que vinieron a hacer de esta tierra su casa, su lugar en el mundo, comunicándonos lo que vieron y oyeron, lo que los sedujo y los hizo dejar todo para venir a compartir fe y vida. Gracias a ellos y ellas por el amor entregado y la pasión puesta al servicio de construir Adsis latinoamericano, que nos convoca, hoy, a nosotros a volver al amor primero, a venderlo todo para comprar el tesoro. En este espacio orante acogemos el testimonio de Mariangeles y Javier, de México: escuchar sus búsquedas y su anhelo de querer vivir al estilo de Jesús, anunciando que la fraternidad es buena noticia, y que es posible construir, juntos, un mundo más justo y solidario, nos llena de alegría y esperanza. Su participación en esta Conferencia ha sido un regalo y un signo del futuro bonito que soñamos.
La mañana de trabajo de los conferencistas se inicia participando de la ponencia que presentó Eduardo Perez-Cotapos, sacerdote de los Sagrados Corazones, biblista y profesor en la Facultad de Teología de la Universidad Católica. Su sabiduría ayudó a profundizar en la centralidad de la Palabra, en su fuerza transformadora y liberadora que ilumina nuestra vida y nuestra misión. Nos animaba, con entusiasmo, a dejarnos habitar por su mensaje, a dejar que ella nos interpele, a sorprendernos por su acción y a compartirla comunitariamente. Agradecíamos su presencia y su testimonio de creyente movilizado por la Escritura.
Después de un breve descanso, se realiza el plenario de lo reflexionado sobre los itinerios necesarios para avanzar hacia el futuro bonito de Adsis Latinoamericano. De lo expuesto aparecen 3 prioridades: los procesos formativos (tanto iniciales como permanentes), la convocatoria y nuestra forma de organización.
Posteriormente, divididos por zonas, se reflexiona sobre las capacidades personales y comunitarias y, asimismo, de los recursos materiales que se poseen para construir el futuro como comunidades latinoamericanas.
Eloísa, facilitadora de la Conferencia, presenta una reflexión sobre “redes” enfatizando la importancia de aprender a trabajar con otros, de la riqueza que implica abrirnos a nuevas experiencias, a miradas diferentes. Este dinamismo crea nuevas posibilidades, nos enseña a descubrir el valor de la diversidad, a complementarnos creativamente.
Después de un breve descanso se forman 3 grupos para comenzar la revisión del documento “mártir”, borrador del documento final que deberá ser aprobado mañana por los conferencistas. Las observaciones realizadas son incorporadas al texto.
La oración de la noche recoge el día de oración, reflexión y discusión. En esta noche la comisión de interioridad, formada por Toni, Yamila y Coté, nos invita a bendecirnos mutuamente. A que nos dejemos hacer por el agua del Espíritu que nos hace hombres y mujeres nuevos/as.
Este día termina con la “Fiesta Latinoamericana”, ocasión de compartir la música, la bebida y la comida de los distintos países. Pablo, de Ecuador, se esforzó por dinamizar esta actividad, sirviendo como espacio para celebrar la belleza y la diversidad de nuestro continente y el regalo de estar juntos.
