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Desde la lejanía en edad, tiempo y espacio con gran parte de miembros del movimiento y desde el fecundo silencio de los claustros de Calatrava, os ofrezco tres miradas, o tres formas de situarnos ante esta carta, y cada uno en conciencia se apunte a la forma más adecuada a su realidad personal:

1. Para los y las que precisen algunos motivos más para leerla:

o Saber que se trata de un documento eclesial breve en un lenguaje sencillo, comprensible y realista.

o Su lectura, aunque sea a ratos, puede ser una buena oportunidad para pensarnos un poco más las cosas de cada día, y, especialmente acontecimientos mundiales, hoy signos de los tiempos, como el acelerado calentamiento de la tierra, tantas guerras y, en nuestro contexto, el proceso de nuevas formas de vida comunitaria y así implicarnos y comprometernos en este mundo agitado, donde los primeros perjudicados son los y las jóvenes y los y las pobres.

o El poder contagiarnos de ese aliento esperanzador de la visión humana, espiritual y profética del Papa Francisco, para que tanto conflicto no nos suma en la desesperanza.

o Que desde el carisma de presencia y desde la sensibilidad de los hermanos y hermanas en los primeros tiempos del Movimiento por frecuentes referencias a Francisco de Asís, avancemos en actitudes ecológicas.

o Es posible garantizarnos que su lectura avivará nuestra actitud ecológica y nos implicará, junto con tantos otros, para que al menos se frene el problema.

2. Para aquellas personas que les resulte suficiente el marco de la carta, 

porque ya están concienciados sobre el tema ecológico, o le dieron un vistazo general en su momento, pero que les pueden sentar bien las siguientes ideas:

o El espíritu de Asís: la carta continúa rebosando el espíritu de Francisco de Asís, como la LS, ante este sufrido planeta y que recordando muchos de nosotros/as aquel carisma de Francisco de Asís que nos hechizo a muchos miembros en los primeros tiempos del Movimiento.

o El fenómeno: la aceleración del calentamiento global de la tierra no es transitorio o cambiante, sino que sigue creciendo, no como siempre, sino de forma inusual, y no cabe hablar de daños “menores”, con la firme convicción de que ya no es posible detener el daño causado, solo evitar daños mayores.

o Que las personas más perjudicadas por tan alarmantes cambios son los más pobres en primer lugar, los que menos poder tienen en esta vida.

o El Papa Francisco hace una llamada insistente a repensar:

  • La cuestión del poder humano, su sentido y su decadencia ética, los privilegios de unos pocos con más poder, frente al primado de la persona.
  • Que un ambiente sano es producto de la interacción humana y es asunto de todos y todas
  • Pensar y repensar las causas y las estimaciones científicas, en el efímero entusiasmo del dinero, la debilidad de la política internacional.

o Que no perdamos la oportunidad de implicarnos como Movimiento y en unión de hermanas y hermanos que ya se están moviendo, en nuevos caminos para abordar tan urgente y grave problema.

o Que empujemos sinodalmente mediante la oración, reflexión y acciones concretas y a nuestro alcance, ante la ineficacia de tantos COP, en espera del COP28 en Dubái, del 30 de noviembre al 12 de diciembre de 2023 y la necesidad de coordinación entre agrupaciones ecológicas y organizaciones mundiales, eficaces y con autoridad.

o Que es apremiante el tomar conciencia del problema mundial, originado por muchas causas, sin olvidar la fuerza del mal uso del poder, sin perder la oportunidad de incrementar más actitudes ecológicas.

3. A quien les vaya mejor una síntesis facilitadora y reflexiva en tres páginas,

a la vista de vuestras atareadas jornadas diarias, tal vez les pueda ayudar más el arriesgado resumen, no sin advertir previamente que al cuidarme de no ser pesado y no cansar a nadie, puedo caer en el subjetivismo, desestimar detalles importantes o una completa visión de conjunto de manera que el desenfoque conduzca a perder de vista lo esencial.

Síntesis:

Partiendo de la ternura de Jesús hacia todos los seres que nos acompañan en el camino, habiendo ya compartido las más sentidas preocupaciones sobre el cuidado de la casa común, considerando insuficientes las reacciones y que el mundo se sigue desmoronando, nos encontramos con un problema social global relacionado con la dignidad de la vida humana y que va más allá del planteamiento ecológico, porque es uno de los desafíos prioritarios de la comunidad mundial.

En estos últimos ocho años la reflexión permite completar lo afirmado anteriormente.

1. LA CRISIS CLIMÁTICA GLOBAL

Por más que se pretendan negar, esconder, disimular o relativizar, los signos del cambio climático están ahí.

La Laudato si’ ofreció un breve desarrollo acerca del paradigma tecnocrático que está detrás del proceso actual de degradación del ambiente. Un modo de entender la vida y la acción humana que se ha desviado y que contradice la realidad hasta dañarla, como si la realidad, el bien y la verdad brotarán espontáneamente del mismo poder tecnológico y económico.

Nadie puede ignorar que en los últimos años hemos sido testigos de fenómenos extremos, períodos frecuentes de calor inusual, sequía y otros quejidos de la tierra que son sólo algunas expresiones palpables de una enfermedad silenciosa que nos afecta a todos y todas.

Es verdad que no cabe atribuir de modo habitual cada catástrofe concreta al cambio climático global. Sin embargo, sí es verificable que determinados cambios en el clima provocados por la humanidad, aumentan notablemente la probabilidad de fenómenos extremos cada vez más frecuentes e intensos.

Resistencias y confusiones
En los últimos años no han faltado personas que pretendieron burlarse de esta constatación. La falta de información lleva a confundir las grandes proyecciones climáticas que suponen períodos largos — hablamos al menos de décadas— con las previsiones meteorológicas que a lo sumo pueden abarcar algunas semanas.

Con la pretensión de simplificar la realidad, no faltan quienes responsabilizan a las personas pobres porque tienen muchos hijos y hasta pretenden resolverlo mutilando a las mujeres de países menos desarrollados.

También suele decirse que los esfuerzos por mitigar el cambio climático, reduciendo el uso de combustibles fósiles y desarrollando formas de energía más limpias, provocará una reducción de los puestos de trabajo.

Por otra parte, la transición hacia formas renovables de energía bien gestionada, así como todos los esfuerzos de adaptación a los daños del cambio climático, son capaces de generar innumerables puestos de trabajo en diferentes sectores.

Las causas humanas
Ya no se puede dudar del origen humano del cambio climático de la concentración de gases de efecto invernadero. No es posible ocultar la coincidencia de estos fenómenos climáticos globales con el crecimiento acelerado de la emisión de gases de efecto invernadero sobre todo desde mediados del siglo XX.

Me veo obligado a hacer estas precisiones, que pueden parecer obvias, debido a ciertas opiniones despectivas y poco racionales que encuentro incluso dentro de la Iglesia católica. Pero ya no podemos dudar de que la razón de la inusual velocidad de estos peligrosos cambios es un hecho inocultable.

La evolución de las temperaturas medias superficiales no se sostiene sin el efecto del aumento de los gases de efecto invernadero.

Daños y riesgos
Algunas manifestaciones de esta crisis climática ya son irreversibles, como el aumento de la temperatura global de los océanos, su acidificación y disminución de oxígeno lo cual afecta la supervivencia de muchas especies.

Signos como el de que las demás criaturas de este mundo han dejado de ser compañeros de camino para convertirse en nuestras víctimas, la disminución del hielo continental, el derretimiento de los polos, manifiestan que sólo estamos a tiempo para evitar daños todavía más dramáticos.

Por consiguiente, urge una mirada más amplia que nos permita no sólo admirarnos por las maravillas del progreso, sino también es apremiante prestar atención a otros efectos que probablemente ni siquiera podían imaginarse un siglo atrás.

Finalmente podemos agregar que la pandemia del covid-19 ha constatado la estrecha relación de la vida humana con la de otros seres vivientes y con el medio ambiente.

2. MÁS PARADIGMA TECNOCRÁTICO

Este tema fue ya abordado anteriormente, como un modo de entender la vida y la acción humana que se ha desviado y que contradice la realidad hasta dañarla, como si la realidad, el bien y la verdad brotaran espontáneamente del mismo poder tecnológico y económico; de aquí se pasa fácilmente a la idea de un crecimiento infinito o ilimitado, que ha entusiasmado tanto a economistas, financistas y tecnólogos.

Durante los últimos años hemos podido confirmar este diagnóstico al mismo tiempo que hemos asistido a un nuevo avance de dicho paradigma. La inteligencia artificial y las últimas novedades tecnológicas parten de la idea de un ser humano sin límite alguno, cuyas capacidades y posibilidades podrían ser ampliadas hasta el infinito gracias a la tecnología. Así, el paradigma tecnocrático se retroalimenta monstruosamente.

Advertir que las capacidades ampliadas por la tecnología dan a quienes tienen el conocimiento, y sobre todo el poder económico para utilizarlo, un dominio impresionante sobre el conjunto de la humanidad y del mundo entero. Nunca la humanidad tuvo tanto poder sobre sí misma.

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3. LA DEBILIDAD DE LA POLÍTICA INTERNACIONAL

Para que haya avances sólidos y duraderos, me permito insistir que deben ser favorecidos los acuerdos multilaterales entre los estados.

Hablemos sobre todo de organizaciones mundiales más eficaces, dotadas de autoridad para asegurar el bien común mundial, la erradicación del hambre y la miseria, y la defensa cierta de los derechos humanos elementales.

Los invito a reconocer que en tantas agrupaciones y organizaciones de la sociedad civil que ayudan a paliar las debilidades de la comunidad internacional, adolecen de coordinación en situaciones complejas y falta de atención frente a derechos humanos.

4. LAS CONFERENCIAS SOBRE EL CLIMA: AVANCES Y FRACASOS

Desde hace décadas, representantes de más de 190 países se reúnen periódicamente para tratar la cuestión climática.

Hoy podemos seguir afirmando que los acuerdos han tenido un bajo nivel de implementación, porque no se establecieron adecuados mecanismos de control, de revisión periódica y de sanción de los incumplimientos.

Los principios enunciados siguen reclamando caminos eficaces y ágiles de ejecución práctica.

También que las negociaciones internacionales no pueden avanzar significativamente por las posiciones de los países que privilegian sus intereses nacionales sobre el bien común global. Quienes sufrirán las consecuencias que nosotros/as intentamos disimular recordarán esta falta de conciencia y de responsabilidad»

5. ¿QUÉ SE ESPERA DE LA COP28 DE DUBÁI?

Si confiamos en la capacidad del ser humano de trascender sus pequeños intereses y de pensar en grande, no podemos dejar de soñar que esta COP28, dé lugar a una marcada aceleración de la transición energética, con compromisos efectivos y susceptibles de un monitoreo permanente.

A pesar de tantas negociaciones y acuerdos, las emisiones globales siguieron creciendo.

Si hay un interés sincero en lograr que la COP28 sea histórica, que nos honre y ennoblezca como seres humanos, entonces sólo cabe esperar formas vinculantes de transición energética.

6. LAS MOTIVACIONES ESPIRITUALES

A los fieles católicos no quiero dejar de recordarles las motivaciones que brotan de la propia fe. Aliento a los hermanos y hermanas de otras religiones a que hagan lo mismo, porque sabemos que la fe auténtica no sólo da fuerzas al corazón humano, sino que transforma la vida entera, transfigura los propios objetivos, ilumina la relación con los demás y los lazos con todo lo creado, mantengamos vivos estos motivos:

» La Biblia narra que Dios miró todo lo que había hecho, y vio que era muy bueno.

» La tierra es de Dios y no somos propietarios.

» La fuerza de la fe transforma la vida.

» Estamos unidos estrechamente al mundo.

» Caminar en comunión y compromiso.

» Hemos de reconciliarnos con el mundo.

» Cuidar en sinodalidad de la madre tierra, tan castigada, tan maltrata, abocada a la destrucción.

Hermanos y hermanas, que la lectura de este documento respaldado por 44 notas a pie de página, que reavive en cada uno de nosotros aquel espíritu del de Asís que nos urgió a vivir en radicalidad la vocación de presencia ya desde los comienzos de forma que incorporemos a nuestra oración, reflexión, a nuestra comunitariedad y compromiso, tan apremiantes demandas.

ESPIRITUALIDAD ECOLÓGICA

La publicación conmemorativa del V Centenario de la llegada de san Ignacio de Loyola a Manresa reflexiona sobre la conexión entre los “Ejercicios Espirituales” y los desafíos contemporáneos, centrados en el modelo económico, la justicia social y la crisis ecológica. Organizada por la Comisión General de Justicia y Paz, la obra también propone acciones concretas. El lema “Aprender a vivir de otra manera” encapsula la aspiración de la publicación, que invita a la audiencia a reflexionar sobre su vocación y comprometerse en la construcción de una sociedad más justa y sostenible. El enlace proporcionado permite la descarga completa para una lectura detallada.

 

Autor: Rodolfo Pérez