Hace unos meses recibí una llamada internacional por whatsapp, pensé era para ponernos al día, saber que era de nuestras vidas después de la Asamblea, lugar donde conocí a muchos hermanos y me empapé de Adsis… y sí, eso era, pero venía una invitación… ser parte del Consejo Asesor de Jóvenes.
Otra vez una invitación que no me esperaba, que me hacía cuestionarme ¿por qué yo? (la primera fue la participación en la Asamblea) Y bueno… con esas cosquillas en la panza que me decía que podía intentarlo... total las fronteras para mí se derribaron hace mucho y el contexto covid 19 me tenía en casa de mis padres y con mucho tiempo.
Implica compromiso y responsabilidad, pero más que eso me ha permitido ser yo misma, con mis pensamientos de cómo ser Adsis en Chile, Villarrica (mi ciudad de origen), y en el mundo, porque no todo puede ser replicado de la misma manera en todos lados. Descubrir en la escucha, a mis hermanitos y hermanitas que seguimos estando presentes, con pandemia, sin hablar hace meses con algunos y semanas con otros, con la iniciativa propia del espíritu por hacer algo en nosotras allí donde nos encontramos.
Me di cuenta que somos un equipo con percepciones parecidas pero viviendo realidades muy distintas, reírnos de nuestras propuestas de un país para otro… de un extremo al otro porque puede que funcione y sino, habrá que prototipar y seguir con la U… alto, no todos entendemos de eso tampoco.
La horizontalidad en papel es fácil de explicar, pero son grandes pasos los que vamos dando… sí, dando porque hace unos años no existía la posibilidad de hacer proceso si no había una comunidad de vida en común y aquí, yo parte del sur del mundo, en Valdivia un lugar donde no hay vida en común, y en una situación muy particular, somos jóvenes y almas jóvenes en Búsqueda… que algo de este carisma nos mueve y pese a todo lo que aquí pasó… pese a las alegrías, dolores, rabias, incertidumbre, seguimos tratando de adaptarnos… y caminar JUNTOS y CADA UNO… motivadas por la Ruah a trabajar en nuestro propio caminar…
Quisiera transmitir el agradecimiento a cada hermano y hermana conocida o desconocida, que se ha dado el tiempo de escribir, participar, escuchar, leer, responder, incentivar, reforzar este lindo proceso que inicié hace unos años… Porque no imaginaba tanto crecimiento para mi… me es difícil transmitir el torbellino de emociones y sentimientos que afloran al recordar cada palabra y gesto que han hecho de mi caminar algo distinto… Como diría alguien por ahí … cada vez escucho mejor a mi panza… ese lugar en lo más profundo, en mi fuente donde habita Dios y me guía a escuchar, a llegar a la panza del otro, porque compartiendo la vida creces tú, crezco yo, crecemos todos, porque nunca dejamos de crecer, ni de discernir.
Y bueno, me gustan las canciones… y les dejo un trocito de Rossana y llegaremos a tiempo… porque hace unos años el miedo era mi palabra problema.
Tengo miedo que se rompa
la esperanza,
Que la libertad se quede
sin alas...
Tengo miedo que haya
un día sin mañana.
Tengo miedo de que
el miedo, te eche un pulso
y pueda más. No te rindas,
no te sientes a esperar.
Hoy, es invitarlos a no rendirnos ante las plataformas, a no sentarnos a esperar que los jóvenes lleguen a nuestras puertas, seamos las alas de nuestra propia libertad, dejemos que se rompa todo menos la esperanza… el mañana no existe. HOY es el día para escucharnos, compartir, descansar, decir que no, y hacer llamadas de larga distancia.
Hoy es el día de ser Adsis en el aquí y el ahora, porque como diría José Luis debemos re-adaptarnos. No podemos aferrarnos a lo antiguo, dejemos venir lo nuevo en todas sus formas.