UNA EXPERIENCIA INOLVIDABLE
Desde Fundación Adsis Canarias nos preparamos para despedir un año diferente, que nos ha recordado lo vulnerable que es el bienestar inicuo que se presuponía en algunos lugares del mundo.
Una experiencia que no olvidaremos, pero que nos ha dado una oportunidad única: crear una nueva normalidad.
En este tiempo, no cabe duda que hemos hecho frente a muchos cambios, sin parar, sin perder de vista nuestra misión, porque sabemos que las necesidades de las personas para las que trabajamos no han desaparecido. Al contrario, se mantienen o se agravan, lo que nos hace revisar nuestras acciones para acompañar en nuevos contextos.
Así, en mitad de la pandemia, un grupo de doce voluntarias y voluntarios, con el apoyo de la Comunidad Adsis y del resto de la Entidad, han puesto en marcha el Proyecto de Alfabetización MERAKI destinado a la población migrante que llega a las islas del Archipiélago Canario. Sin duda, un colectivo vulnerable y/o en riesgo de exclusión, al que se invisibiliza porque no se le entiende, más que por barreras lingüísticas, por las sociales.
Estas voluntarias y voluntarios han hecho una reflexión del entorno compartiendo distintas experiencias personales con el colectivo, algunas vividas en primera persona, llegando a una conclusión que a su vez sirve de objetivo: “Es cada vez más necesario aminorar las dificultades a las que se enfrentan día a día las personas extranjeras”. ¿Por qué? Porque migrar es un derecho que invalida cualquier frontera.
Las personas migrantes, igual que el resto, merecen contar con una mano, un oído y una mirada amiga. Merecen tener su espacio, con identidad.
MERAKI, PASIÓN Y ENTREGA
Y en eso se basa el Proyecto MERAKI, donde se ofrece una atención integral que contempla la Alfabetización Lingüística, Digital y Ciudadana de sus participantes.
Lo que caracteriza esta nueva experiencia no es solo el momento en el que surge, siendo este el mes de agosto del presente año, sino que lo hace tras el rostro de un equipo diverso de voluntariado, en su mayoría menor de treinta años, preocupado por la sociedad, con un firme compromiso de cambio, con la idea clara de hacer, de participar, de estar, abriendo la puerta a un nuevo escenario que nos posibilita estar presentes. Un proyecto que no victimiza, que no asiste, que capacita y que integra.
Todo ello al amparo de nuestros valores, especialmente de aquellos que definen nuestro nombre: “MERAKI = pasión + entrega”. Resaltando la cooperación, la empatía, el respeto, la tolerancia, la libertad, la solidaridad, la búsqueda de la justicia,… todos ellos buenos regalos para pedir en estas fiestas.
En palabras del equipo MERAKI: es un placer aprender de las personas migrantes, mezclar culturas y banderas. No negaremos los sentimientos de impotencia y frustración al descubrir las historias desgarradoras que portan detrás, aunque siempre inclina la balanza las emociones positivas que fluyen cuando compartimos momentos con cada uno de ellos y ellas.
Lo mejor del 2020 ha sido ponerles caras, escuchar sus voces, conocer sus ilusiones… y saber que debajo de cada mascarilla esconden una sonrisa, porque eso significa que nada ni nadie ha podido arrebatárselas.
Nuestro mensaje para la felicitación navideña de este año es el siguiente. “Da igual de donde seamos, los sueños tienen el mismo valor en cualquier parte del mundo”. ¡Ojalá que se cumpla el tuyo!