Mawi es una voluntaria de Santa Marta, Valencia, cooperante en El Alto. Escribe esto:
"Recién llegada del Cotopaxi, con bastante viento, creo que algo bello de la naturaleza es que, al menos aún, no podemos controlarla. Muchas veces no se puede hacer ni un pronóstico del tiempo. Cuando te acercas a la Pachamama, debes ir sin miedo (porque te pondrías en mayor peligro o aprender a gestionarlo) pero con respeto.
En la naturaleza puedes escuchar el sonido del viento, o animales (si los hay), pero sobre todo, te puedes escuchar a ti misma. Te ayuda a superarte, y si vas con más gente, ayuda a superarse como unidad. En la naturaleza no vale dejar a nadie atrás. Si alguien tiene dificultades, le quitas peso de la mochila, le hablas para amenizar el recorrido, adaptas el plan inicial... Lo que sea para que todas las personas lleguen al mismo destino.
Los refugios de montaña son el lugar ideal para conectar con una misma, la mayor parte del tiempo no hay conexión, y eso ayuda a evitar distracciones y estar en el momento presente, a darte cuenta que no necesitamos tanto, muchas veces, un simple té es suficiente para calentar el alma y acompañarnos en la contemplación de las montañas y la vida que la rodea, en alguna lectura, en ejercicios espirituales, o en iniciar una conversación con alguna persona desconocida."