Las comunidades latinoamericanas iniciaron, en junio de 2023, un proceso formativo virtual denominado “ADSIS EN LATINOAMÉRICA: MEMORIA Y ESPERANZA. Herramientas para discernir una nueva lectura de los procesos de Inculturación del carisma en Latinoamérica”. Esta formación, que tiene previsto finalizar en mayo 2024 y en la que participan hermanos y hermanas de todas las comunidades de este continente, ha tenido como punto de encuentro y reflexión presencial la III Conferencia Latinoamericana.
Julio Pérez, hermano de la comunidad de Portoviejo, nos comparte cómo ha ido viviendo y percibiendo este proceso.
Hay veces que la vida te sorprende gratamente de manera inesperada, te saca de la rutina cotidiana, te une a los Hermanos y hermanas y te abre a la trascendencia. Pienso que eso es lo que ha supuesto para mí la propuesta formativa que se ofertó a las comunidades de Latinoamérica.
El proceso formativo hacia la asamblea es un camino lleno de EMOCIÓN E INSPIRACIÓN. Pienso que estamos recorriendo un camino emocionante por la alegría del re-encuentro con tantos miembros de diferentes países, desde la formación, y está suponiendo un movimiento del corazón hacia lo profundo de cada persona para allí encontrarnos con nuestra realidad y la realidad de las comunidades de Latinoamérica. Comunidades que tienen hermanas y hermanos con largo recorrido y que siguen generando vida (Memoria) y nuevos miembros del movimiento que dan un aporte novedoso y un sentido esperanzador (Esperanza).
La inspiración llega a cada encuentro a través de imágenes y palabras que nos evocan experiencias importantes. Quisiera describir este camino formativo desde las palabras o frases que resuenan en mí: “De orugas a mariposas”, “Crisis, crisálida y crisol”, aceptar, alianzas, comunicación, escucha, afectividad y sexualidad, vulnerabilidad, “organización, desorganización y reorganización” …
Comienzo señalando que el proceso de transformación que se da en la oruga nos impulsa a estar dispuestos a transformarnos, a ir introduciendo cambios en nuestra vida personal y comunitaria que nos conducirán a ser hermosas mariposas. Para ello comprendimos que es importante ACEPTAR, una palabra clave. Aceptar la importancia de la formación para aprender y actualizar nuestros conocimientos y poder cambiar de hábitos, mejorar nuestras habilidades e integrar nuevas competencias y habilidades.
Comprender y aprender a vivir las crisis que atravesamos, y compartirlas sin miedo, nos hace crecer. Vamos descubriendo que la palabra “crisis” comparte tipología con “crisálida” y “crisol”. El crisol depura, eleva, hace la alquimia interior, eso es la transformación que moviliza todas las dimensiones del ser humano.
La comunicación sigue vigente. No se puede “no comunicar”, por ello es un potente elemento en la resolución de conflictos que surgen en las relaciones interpersonales y la escucha es su aliada que nos ayuda a salir de nuestros mapas para disponernos a habitar los mapas de otras personas. Comunicar recobra un significado novedoso al tratar temas como la inculturalización, ya que es un proceso intercultural transformador, asentado en la transformación de conocimientos e información entre culturas, pueblos y personas.
Hablando de comunicación, me surge una pregunta ¿Comunicamos sobre la vivencia de la afectividad y sexualidad? Creo que experimentamos lo importante que es no olvidar el cuerpo, nuestro cuerpo. Volvimos a expresar que, como seres sexuados que somos, comprendemos que nuestra sexualidad es un aspecto central de nuestra vida y está en conexión con el resto de elementos fundamentales de nuestra existencia. Personalmente, creo que todos nos sorprendimos con la presentación que se realizó de las diferentes formas de vivir la sexualidad y cómo ello tiene consecuencias para nuestros diferentes procesos y para nosotros mismos.
Somos vulnerables, no podemos olvidarlo y compartimos la vida con muchas personas vulnerables. La vulnerabilidad nos toca y nos alcanza. Plasmar en un dibujo un sueño o algo destacado en nuestra vida que amamos y luego romperlo nos hizo conectar con nuestras perdidas en todos los sentidos.
El último encuentro, ya en la conferencia nos acercó a las fases de transformación de sistemas: Orden-desorden-reordenamiento. ¿Acaso nosotros y nosotras no hemos pasado o estamos pasando este proceso como movimiento? Personalmente me gusta el desorden y lo veo necesario para el reordenamiento.
Termino expresando mi gratitud por poder formar parte de este proceso formativo que estoy convencido que es el que ha posibilitado llegar a la conferencia preparados para vivir un acontecimiento vital en nuestra vida, por lo menos para mí así ha sido. Creo que en la conferencia, al sentirnos en un espacio seguro, se dio una explosión de emociones y sentimientos que nos hicieron sentir interrelacionados porque todos y todas de algún modo hemos tenido las mismas vivencias. Cabe destacar la importancia de los acompañantes que tenemos y especialmente de Pía en la conferencia. Si además unimos los gestos poderosos y evocativos que allí se dieron, puedo concluir con el texto de Marcos: “Sin que sepas como, la semilla brota, crece y da fruto”. Continuamos….