una profunda huella en Santa Marta de Tormes
La comunidad Adsis ha dejado una profunda marca en la vida pastoral de la parroquia de Santa Marta durante las últimas cuatro décadas. Así lo hemos celebrado el pasado sábado día 4 en un emotivo acto de memoria agradecida, en el que tanto a través de testimonios en vídeo, como a través de un panel de breves entrevistas en directo, pudimos disfrutar y celebrar tanta vida compartida.
Los testimonios nos acercaron desde lugares muy diversos del mundo todo el cariño de personas que han participado en este tiempo en el caminar de la parroquia de Santa Marta de Tormes y hoy, aunque lejos continúan "tocados" de una vivencia profunda con un corazon agradecido. Así mismo los distintos protagonistas del panel fueron expresando como se insertaron en la comunidad parroquial, los hermanos y hermanas de las comunidades que participaron en el panel también transmitieron sus inicios y como cada uno fue formando parte así de este recorrido compartido.
En un acto simbólico el 1 de septiembre de 1984, el entonces obispo, Mons. Mauro Rubio, confió esta labor al primer presbítero de Adsis, Julio Parrilla, quien actualmente ocupa el cargo de obispo emérito de Riobamba. Hay que recordar la importancia de esta encomienda diocesana ya que en esos momentos nuestro movimiento aún no estaba reconocido por la Santa Sede como asociacion de fieles internacional, situación que fue reconocida como movimiento de comunidades cristianas en el año 1997. Adsis está compuesto por laicos/as y presbíteros, matrimonios y solteros/as, que, desde diversos ámbitos de la vida, ministerios y profesiones, viven su carisma como una presencia fraterna y solidaria con los jóvenes y los empobrecidos.
una historia compartida
Recordando los primeros días de la presencia de Adsis en el municipio, el párroco actual, Mariano Montero, rememora un momento en el que el pueblo experimentaba un crecimiento que perduraría décadas. Actualmente, Santa Marta es la segunda localidad más poblada de Salamanca después de la capital. Además de la iglesia de Santa Marta, que conserva parte de su estructura original, se erigió una nueva iglesia en Valdelagua. Varios hermanos de las comunidade recordaron en la mesa redonda el auge inicial de la pastoral juvenil y social, y el aprendizaje compartido que ha sido la parroquia para tantos hermanos y hermanas del movimiento Adsis.
LOS PRIMEROS AÑOS
Uno de los matrimonios pioneros en el camino de Adsis en Santa Marta fueron Muski Braco y Miguel Reyes, quienes rememoran con cariño los inicios de su llegada, cuando la comunidad estaba conformada por el presbítero Julio Parrilla, dos seminaristas, Peio Sánchez y Miguel Ángel García, y varios laicos. Recuerdan que aquellos primeros años fueron marcados por una sensación de novedad, dando inicio a un estilo que, según ellos, ha perdurado a pesar de los notables cambios que ha experimentado el pueblo que los acogió, pasando de aproximadamente 3.000 habitantes a los actuales 15.000.
Entre las primeras labores que destacan Muski y Miguel está el establecimiento de una pastoral dirigida a los jóvenes. Recuerdan con claridad que reunir a la juventud y organizar procesos catequéticos era una tarea que encontraba eco fácilmente. Especial énfasis ponen en la labor de pastoral social, motivada por la presencia de numerosas situaciones familiares precarias en aquel entonces. Así, iniciaron un servicio orientado a la caridad que procuraba atender estas necesidades.
Además de estas actividades, tampoco faltaron las iniciativas de ocio y tiempo libre, ni el apoyo al estudio para aquellos en situación de vulnerabilidad. Asimismo, llevaron a cabo programas destinados a la integración social y laboral de las madres inmigrantes, evidenciando así un compromiso holístico con la comunidad y sus necesidades.