“La encarnación del carisma Adsis en distintos pueblos y culturas hace más universal la vocación, relativiza elementos meramente culturales e ideológicos y nos sitúa en el horizonte de hijos de Dios y hermanos de todos los hombres y mujeres”. (IdH 11)
Adsis es un carisma joven en la Iglesia, recién el año pasado celebrábamos el 50 aniversario de su nacimiento y este año volvemos a celebrar otro acontecimiento de nuestra historia, 25 años de presencia en Latinoamérica. Después de la Asamblea General de Eibar en 1989, decidimos dar el salto a un nuevo continente a fin de encarnarnos en otros pueblos y culturas. En 1990 parten para Chile doce hermanos y hermanas que dan inicio a dos nuevas comunidades, una en Valdivia y otra en Temuco. Es el comienzo de una aventura movida por el Espíritu, la intuición de que en esa apuesta algo nuevo estaba naciendo. Después de Chile siguieron otras fundaciones en Ecuador, Uruguay, Argentina, Perú y Bolivia.
Fundar en Latinoamérica ha sido una de las apuestas más importantes y renovadoras del Movimiento. Por ello quiero dedicar la carta de este año a reflexionar sobre una parte decisiva de nuestra historia que, sin duda, nos ha abierto un horizonte insospechado de vivencias y descubrimientos. Opto por un estilo más testimonial, recogiendo aspectos fundamentales. ...
