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La capilla, que otrora fuera de “los filósofos”, en el Seminario Diocesano de Vitoria es uno de los espacios que conserva la Diócesis para su uso. Esta capilla ha sido el marco de una celebración singular y emotiva y que, en el folleto, se anunciaba así: “Celebración del 25 aniversario de la opción definitiva en la Vocación Adsis y el envío a Valdivia de Álvaro”

Álvaro Chordi es un sacerdote que llegó a la Diócesis de Vitoria hace 18 años, durante los cuales ha demostrado su creatividad y buen hacer pastoral, especialmente en la pastoral con jóvenes. Su paso como responsable de la Delegación Diocesana de Pastoral Juvenil, y el papel jugado al frente de las Escuelas Diocesanas y en su fusión con Jesús Obrero para crear Egibide, quedarán en el recuerdo y en la historia de la Diócesis de Vitoria.

La celebración ha consistido en una Eucaristía a la que la comunidad de Adsis en Vitoria ha invitado a sumarse a la comunidad cristiana, a la familia de Álvaro y a cuantos deseasen acompañar a Chordi en un momento muy especial. La renovación de su compromiso y el envío misionero a una pequeña localidad en Chile.

Álvaro Chordi se postró de rodillas y manifestó públicamente su compromiso diciendo: “ante Ti Padre me comprometo a perseverar en mi vocación Adsis siendo servidor de los jóvenes y los pobres. En esa responsabilidad quiero vivir y morir.”

Tras ello, en una letanía de invocaciones al Espíritu Santo se nos ha invitado a decir todos a una: “Te enviamos Álvaro”.

50 años del movimiento Adsis y 25 de su presencia en Latinoamérica han sido el marco que ha arropado a Álvaro Chordi en esta celebración que nunca olvidará.

Non solum sed etiam.

 Al final de la celebración y antes de pasar al ágape fraterno, en lo que fuera hace más de 35 años el comedor de “los latinos”, se nos ofreció la posibilidad de dar las gracias y quienes hablaron agradecieron a Dios por haber conocido a Álvaro Chordi y haber sido objeto de sus atenciones humanas y pastorales.

Sumándome a esas palabras de agradecimiento quisiera añadir un motivo más para dar las gracias: Gracias porque en esta celebración me han permitido vivir el placer de sentirme Iglesia, especialmente en el momento de pronunciar ese “Te enviamos Álvaro”.
Lo he dicho en otras ocasiones. Considero que la Iglesia no se rige por principios democráticos, sino de participación. Y hoy, la Asamblea reunida ha enviado a Álvaro Chordi a seguir siendo Apóstol de Cristo en tierras de Latinoamérica. En la celebración de “envío” a Álvaro lo hemos enviado, no solo su comunidad, sino todos, o al menos todos los que allí hemos estado hoy, y con ello adquirimos un compromiso de mantener desde la retaguardia ese envío, con nuestra oración y nuestro apoyo cuando sea preciso de otro modo.
Aunque, como han dicho en la celebración, hoy las tecnologías son capaces de minimizar doce mil kilómetros de distancia, Álvaro marcha, deja un hueco y un cariño que invita a repetirle, como ha dicho el rector del Seminario, Luis Mari Goikoetxea, “cuando te canses de Chile, te vuelves aquí”.
Álvaro Chordi, un placer conocerte y haber compartido muchas cosas contigo. Que sigas siendo un testigo de Cristo allá donde te encuentres y que la tecnología y el afecto nos mantengan en contacto. Gracias por las veces que has sabido ser y hacer Iglesia, Gracias por esta celebración que ha sido un reflejo más de una buena trayectoria.
Agur, ikusi arte

 

Autor: Vicente Luis García.
Fuente: Periodista digital