Conocemos a la comunidad Adsis desde hace muchos años. Nunca hicimos procesos Adsis pero en nuestros primeros años apoyaron nuestro crecimiento en la fe en la parroquia. Llevamos mucho tiempo junto a ellos y nos han regalado el apoyo que espiritualmente necesitamos para crecer como personas y como pareja.
Hoy lo siguen haciendo por medio de sus Pascuas abiertas además de otros encuentros comunitarios.
Somos asiduos a ellas porque queremos seguir viviendo en nuestra fe cada año este intenso momento.
Nuestra conexión con la comunidad son unas viejas amigas con las que iniciamos nuestro seguimiento a Jesús en un grupo de fe parroquial y que se integraron en Adsis. Ellas nos invitan cada año y, si podemos, nos apuntamos encantados.
Hoy por hoy no somos regulares asistiendo a las celebraciones parroquiales porque echamos de menos una urgente renovación de las liturgias (lenguaje, formas, cantos,...). Y más en los "oficios" de la Semana Santa.
Sin embargo, nos sentimos a gusto en las pascuas de Adsis. Siempre nos han acogido fenomenalmente y de entrada eso es muy importante para los que asistimos a estas celebraciones.
Por otro lado, sus pascuas están bien preparadas: tienen un hilo conductor a lo largo de los días, alternan momentos de silencio y oración personal con otros de trabajo en grupo, incorporan elementos de audio y vídeo en las celebraciones, tienen un magnífico grupo de música que cuida los cantos y la teología que se maneja se hace muy cercana...por dar unas pinceladas.
Tampoco han faltado las comidas fraternas en las que se comparte lo que se trae a la mesa con los hermanos, tras haber compartido la mesa del altar.
Nos hemos lavado los pies unos a otros, hemos acompañado a Jesús en el Calvario, hemos hecho silencio en su muerte, y al final, en la vigilia, hemos celebrado la resurrección de Jesús. A lo largo de los tres días hemos sido llevados poco a poco de la muerte a la vida y es un regalo el poder vivir esto intensamente.
Resumiendo, acogida, fraternidad, silencio, oración, sentido, paso, vida.
Salimos resucitados tras la vigilia. ¡Qué más podemos pedir!
Gracias Adsis por este regalo.
Toñi y Rubén
