A principios del mes de Marzo, realizamos un viaje al oeste de Tanzania, a la región de Kygoma, donde se encuentran varios campos de personas refugiadas, tanto del Congo como de Burundi.
De la mano de los misioneros Espiritanos, de su acogida y hospitalidad, nos acercamos a esta realidad de tantos burundeses que aun no han regresado a su país y esperan respuesta de organismos internacionales.
"Vivir en un campo de refugiados no es agradable, ni constructivo, aun mas si el campo se encuentra en un país distinto al tuyo. Restricciones por todos los lados: al movimiento, a la expresión, al desarrollo, a la libertad, en fin a la realización de la persona. A esto se agrega, la pobreza y la precariedad de la vida en la que se encuentran. Algunos de ellos no pueden volver a la tierra que les vio nacer, la tierra de su identidad, la tierra de su pasado, la tierra de su memoria, a pesar de todas estas dificultades que encuentran en su diario vivir, y a pesar de un pasado de masacre, de violencia, de genocidio, de muerte…es impresionante ver como cantan, bailan, celebran, rezan….la vida de esta gente es un gran testimonio de la esperanza. Es una experiencia del triunfo de la vida, una experiencia de resurrección….”
(Mariano Espinoza, Misionero espiritano en Nyakitonto).
Para conocer más:
http://www.adsis.org/pages/zaragoza/galeria.html
