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A principios de marzo del año pasado, Maria Contreras Coll tenía que marchar hacia la India, pero el estallido de la pandemia se lo impidió. En aquellos momentos tan duros se planteó qué podía aportar como fotógrafa. Y de pronto vio en un informativo de TV3 la respuesta que desde la parroquia de Santa Anna de Barcelona se estaba dando a la crisis. “Lo que más me sorprendió fue ver que aquí al lado, en una calle por la que tantas veces había pasado, quienes iban a pedir ayuda o alimentos eran personas que nunca antes lo habían necesitado”, explica.

Decidió que tenía que mostrar lo que no duda en calificar de “una respuesta espectacular y efectiva a las necesidades de la gente”. Logró una beca del fondo de emergencia covid de la National Geographic Society y entre mayo y septiembre fotografió aquella nueva realidad del que ya es conocido como “hospital de campaña”.

Una selección de 22 fotografías de la ayuda humanitaria a personas vulnerables por el efecto covid se ha convertido en exposición permanente del claustro de Santa Anna. Fue inaugurada el 20 de diciembre pasado con presencia de los dos sacerdotes que han impulsado la iniciativa: Peio Sànchez y Xavier Morlans.

Estas fotografías, testimonio de una Iglesia más cercana a los vulnerables, es el último proyecto de Maria Contreras Coll (Barcelona, 1991), que acaba de ser galardonada con el Premi Nacional de Cultura 2021. Esta joven fotógrafa ha centrado su mirada en temas de género y derechos de las mujeres. Entre el 2017 y el 2018 realizó un trabajo en el Nepal sobre las muje-
res que intentan reinventar y sortear la tradición hindúchhaupadi pratha, que las obliga a aislarse durante el periodo menstrual. Y actualmente está inmersa en un proyecto sobre la violencia sexual en España, con una beca Joan Biarnés, y ha empezado otro que explora los conceptos de mujer y religión, con apoyo de la National Geographic Society.

 

Fuente original: La vanguardia