Este manual nos informa y nos ayuda a entender mejor las profundas implicaciones sociales, ecológicas y éticas de nuestras acciones como consumidores.
En un mundo en el que, querámoslo o no, el consumo es el motor de lo que llamamos desarrollo, consumir no es un acto inocuo, sino un acto político.
Cuando consumimos en mayor o menor cantidad, cuando compramos esto o aquello, estamos incentivando o desincentivando determinadas formas de producción y consumo. La sostenibilidad o insostenibilidad de nuestro desarrollo, así como nuestra salud y la del Planeta vienen determinadas por cuánto, cómo y qué consumimos.
El verdadero costo, que no precio, de nuestro consumo no es el económico, porque el dinero se crea, sino el ecológico, incluyendo el valor de los recursos naturales (tierra, agua, aire, diversidad biológica, energía minerales,...) limitados y perecederos del Planeta, que como dice un proverbio africano “no nos pertenecen, los tenemos en préstamo de nuestros hijos”
Nuestra responsabilidad es enorme y de nosotros depende el futuro del planeta y la supervivencia de nuestra especie.
Las asociaciones de consumidores con criterios éticos pueden contribuir a recuperar el mundo haciendo converger dos conceptos etimológicamente idénticos: ecología y economía.