Del 13 al 16 de abril de 2017 las comunidades Adsis celebraron la Pascua, en varios lugares con modalidades específicas para jóvenes. La Pascua Joven fue en Aranda de Duero, con 80 participantes. Y la Primera Pascua fue en Valladolid, con 44 jóvenes que se estrenaban en esta experiencia. A continuación tenéis algunos testimonios de las dos.
Qué gran Semana Santa la que hemos vivido un gran grupo de distintas partes de España, en un encuentro pascual, entre los cuales nos encontrábamos gente de Barcelona, de Gran Canarias, del País Vasco y de Madrid. Ha sido un fin de semana lleno de grandes experiencias personales, en las que siempre hemos estado acompañados de grandes personas y de ÉL. A través de fantásticos momentos de reflexión personal y grupal, además de increíbles vigilias y momentos de oración
Ane Acha Insausti (Donostia):
“La Pascua Joven de Adsis de este año ha sido la primera Pascua para mí, una experiencia muy enriquecedora e inolvidable. A pesar de ir sola con otro amigo y nuestra acompañante, nos integramos muy bien al grupo ya que todos fueron muy amables, y hubo un ambiente muy bueno. Me quedo sobre todo con dos cosas de esta Pascua: por un lado, con la gente que he conocido; y por otro, con el ver que no estoy sola en este camino de fe y que realmente merece la pena seguir a Jesús.”
Irene Rodríguez (Barcelona):
“Esta Pascua la he vivido con una mentalidad distinta a las otras. Sintiendo que podía ser la última. Creo que por ese motivo ha sido una de las más intensas, porque he intentado absorberlo todo al máximo. Una de las cosas que más me gustan de la Pascua es el reencuentro con amigos que comparten tu experiencia de fe y al mismo tiempo la complementan con sus propias vivencias. Con estas personas y en este ambiente puedes abrir tu corazón (suena cursi, pero es cierto) sin temor a ser juzgado. Una experiencia tan enriquecedora que me hace querer volver cada año”
Guille Blanco (Madrid):
“Un año más los meses se nos echaban encima, y la Pascua Joven se acercaba. Sin casi darnos cuenta, nos hemos convertido en algunos de los jóvenes más veteranos: seis Pascuas llevamos ya a la espalda, cada una diferente a las demás. Este año era especial para mí porque formaba parte del Equipo de organización, ¡qué estrés! Desde luego se vive de manera diferente, quizás con menos participación en las dinámicas, pero con mucha más ilusión. Espero haber aportado mi granito de arena para que todxs hayan vivido una Pascua llena de alegría, interioridad y Resurrección.”
Gloria Cortés y Paula Ibáñez (Madrid):
El día 7 de abril del 2017 los grupos “FLEPS” y “CSDJ” de nuestra parroquia asistimos a nuestra primera pascua como jóvenes, en la que también participaron chicos de otras parroquias de España. Creo que hablamos en nombre de tod@s cuando decimos que estábamos nerviosos y emocionados sin si quiera saber lo que nos venía por delante, y eso era algo que nos tenía realmente intranquilos, esta nueva experiencia.
A medida que nos acercábamos al lugar de celebración los nervios aumentaban. Nada más llegar allí empezamos a relajarnos y poco a poco fuimos conociéndonos a chic@s como nosotros, con las mismas ganas de experimentar y conocer este mundo cristiano como adultos, y con los que compartiremos miles de experiencias a partir de ahora.
Esta pascua, para nosotros, ha sido un lugar donde conocer gente nueva, abrir el corazón a nuevos sentimientos, formar amistades fuertes, una experiencia donde nos hemos sentido seguros, iguales y nos hemos acercado más a Dios. El último día de esta pascua fue un día cargado de emociones, nadie queríamos irnos, habíamos hecho tantos amigos que nos daba pena volver cada uno a su ciudad, ya que, hasta que llegue el día de hacer el camino de Santiago nos separan muchos kilómetros. Mantenemos contacto diario entre nosotros, pero aún así esperamos con muchas ganas el día en que nos volvamos a ver todos.
María Rodero y Sonia Sánchez (Salamanca):
Llevábamos mucho tiempo esperando a que llegara esta Pascua, nuestra primera Pascua Joven. Antes de ir, nosotras pensábamos que nos iba a dar más tiempo para conocer a los otros jóvenes, también pensábamos que las actividades iban a ser más dinámicas. Cuando llegamos allí, estábamos un poco cortadas porque no conocíamos a nadie, pero con la dinámica de esa noche nos dimos cuenta de que nos parecíamos unos y otros, que todos nosotros estábamos allí por algo que nos unía.
Poco a poco nos fuimos conociendo y uniéndonos más. Para nosotras las actividades fueron más serias de lo que pensábamos, pero nos ha parecido una buena experiencia porque nos ha servido para reflexionar.
En conclusión, esta experiencia ha sido muy buena, hemos compartido experiencias nuevas, llenas de alegría y hemos hecho buenas amistades con las que esperamos disfrutar en el Camino de Santiago.