Esmeraldas

La vida no siempre nos depara tiempos felices. A veces tiembla la tierra y, otras veces, es el corazón el que se remece y nos quiebra. La vida arrancada de cuajo no deja demasiado espacio para la poesía, pero en la mayoría de las ocasiones, a pesar del dolor, siempre hay un espacio para la sobrevivencia. Muchas personas, en Manabí y en otros muchos lugares, han experimentado en estos días qué significa sobrevivir y gozar de una nueva oportunidad. La muerte está ahí, terca y repetitiva, reducida a un número oficial de decesos.

Una palabra: ¡Gracias! ¿Por qué? Porque en medio de mi ambigüedad saboreo la firmeza de Dios que me hace caminar con mis hermanas y hermanos adsis y con muchos hombres y mujeres que me enseñan el Evangelio de Jesús. Parafraseando a Pablo en Rom 7,25  reconozco muchas veces que no acierto a ayudar con lo que hago e incluso que hago daño a los demás pero eso me hace abrirme a la fe en Jesús con más realismo para cambiar y encontrar la felicidad en el camino más que en los éxitos.

El pasado 3 de Noviembre las comunidades de Ecuador participamos en la fiesta de San Martín de Porres en Canchimalero, el “evento religioso, cultural y turístico más grande del Norte de la provincia de Esmeraldas”, confluyendo con el pueblo en la celebración de su alegría y devoción al Santo Negro, con su profundo deseo de armonía para el Norte de Esmeraldas, como expresaban “San Martín bendito tráenos la paz a pueblos, peces y manglar”.

El 17 de Octubre celebramos en Santa Cruz los 20 años de Adsis en Ecuador y en Esmeraldas, haciendo memoria de las primeras impresiones de los hermanos/a que llegaron por acá y también de la oportunidad que la tierra esmeraldeña ha sido para muchas personas; y agradeciendo muchísimo a esta tierra, a la gente, compañer@s, amig@s...